San Juan ve un ángel que baja del cielo llevando la llave del abismo, que en esta miniatura es una enorme llave de plata, y una gran cadena, con la que ha apresado al dragón, “la antigua serpiente” (como es representado en este Apocalipsis), al que mantendrá encadenado durante mil años.
A la izquierda, un diablo con cola y cuernos tiene manos, pies y cuello apresados en un cepo. Su aspecto general podría ser una versión deformada de ciertas representaciones de sátiros o de Pan, dios griego de gran fealdad, mitad humano, mitad animal, ya que era peludo y tenía cuernos, patas y orejas de macho cabrío.
El miniaturista ha ilustrado literalmente el relato representando un mismo personaje: el demonio mediante dos seres, como serpiente o dragón cuando el ángel lo encadena y como diablo cuando yace en el abismo.
Carlos Miranda García-Tejedor
Doctor en Historia
(Fragmento del libro de estudio Beato de Arroyo)
San Juan ve un ángel que baja del cielo llevando la llave del abismo, que en esta miniatura es una enorme llave de plata, y una gran cadena, con la que ha apresado al dragón, “la antigua serpiente” (como es representado en este Apocalipsis), al que mantendrá encadenado durante mil años.
A la izquierda, un diablo con cola y cuernos tiene manos, pies y cuello apresados en un cepo. Su aspecto general podría ser una versión deformada de ciertas representaciones de sátiros o de Pan, dios griego de gran fealdad, mitad humano, mitad animal, ya que era peludo y tenía cuernos, patas y orejas de macho cabrío.
El miniaturista ha ilustrado literalmente el relato representando un mismo personaje: el demonio mediante dos seres, como serpiente o dragón cuando el ángel lo encadena y como diablo cuando yace en el abismo.
Carlos Miranda García-Tejedor
Doctor en Historia
(Fragmento del libro de estudio Beato de Arroyo)