Advierte justamente Williams que el versículo 18 del cap. XIII [Hic est sapientia qui habet intellectum computet numerum bestie. Numerus enim hominis est idest Christi. Cuius nomen sibi facit bestia. Quantum enim adtineat per singulas litteras hunc numerum nomen quod explevit interpretatum que sic. d c l x v i] (f. 123r) no constituyó nunca una storia. Aparece, sin embargo, en la explanatio de la bestia que sube de la tierra. En este punto el texto se interrumpe para insertar dos tablas con los cálculos del número de la bestia. Dicha parte está tomada de la edición de Jerónimo del Comentario al Apocalipsis de Victorino de Pettau. Tal vez las tablas proceden de la misma fuente, aunque sólo se conservan en los Comentarios de Beato.
La disposición de las Tablas del Anticristo adopta diversas variantes en los distintos códices. El Beato de Osma las coloca en el mismo folio, recto y verso; el de Fernando I en dos folios distintos, recto del primero y recto del siguiente. El Beato de San Pedro de Cardeña repite la disposición del Beato de Gerona, es decir, doble folio, en el verso la Tabla propiamente y en el recto del folio siguiente los nombres del Anticristo, modalidad repetida en el Beato de Tábara (ff. 117v-118r).
En el primero de los folios dentro de un grueso marco de color verde con sendas líneas negras trazadas a mano se inscribe la tabla del Anticristo con la cruz de Cristo en el recuadro central. El Anticristo es como Cristo, pero todo lo contrario. La cruz de oro es griega, recuerdo de la de Oviedo, como los códices de siglos anteriores. La inscripción en capitales que recorre dos lados alude a los ocho nombres, que serán consignados en la tabla siguiente. «Octo nominibus nuncupabitur in septem regna que est bestia cum septem capita et decem cornua serpens.»
También se dan variantes en cuanto a la disposición de los nombres del Anticristo, aunque lo más frecuente es verlos dentro de los correspondientes arcos de herradura. Es la norma seguida en el Beato de San Pedro de Cardeña, siguiendo la disposición del de Gerona. Como los arcos son reducidos, con el fin de que la escritura resulte más diáfana, se han colocado en doble renglón, la segunda parte a la altura del capitel. Rompe esta norma el Beato de Osma, donde los nombres se disponen en vertical en dirección descendente. Los ocho nombres que se dan al Anticristo son: Antechristum, Teitan, Diclux, Gensericus, Evantas, Damnatus, Antemus y Acxyme. A cada letra se le asigna un valor numérico, y las dos tablas calculan el valor total de las letras de cada nombre. El total dado es 666, el número que aparece en Apoc. XIII, 18, aunque la suma total es de 667. De nuevo se ha enfatizado el colorido, destacando la riqueza en los oros vertidos en los toros y cimacios de los capiteles. Los azules, verdes y castaños contrastan con los rojos de las letras de los nombres del Anticristo.
Ángela Franco Mata
Jefa del Departamento de Antigüedades Medievales del Museo Arqueológico Nacional
(Fragmento del libro de estudio Beato de Cardeña)
Advierte justamente Williams que el versículo 18 del cap. XIII [Hic est sapientia qui habet intellectum computet numerum bestie. Numerus enim hominis est idest Christi. Cuius nomen sibi facit bestia. Quantum enim adtineat per singulas litteras hunc numerum nomen quod explevit interpretatum que sic. d c l x v i] (f. 123r) no constituyó nunca una storia. Aparece, sin embargo, en la explanatio de la bestia que sube de la tierra. En este punto el texto se interrumpe para insertar dos tablas con los cálculos del número de la bestia. Dicha parte está tomada de la edición de Jerónimo del Comentario al Apocalipsis de Victorino de Pettau. Tal vez las tablas proceden de la misma fuente, aunque sólo se conservan en los Comentarios de Beato.
La disposición de las Tablas del Anticristo adopta diversas variantes en los distintos códices. El Beato de Osma las coloca en el mismo folio, recto y verso; el de Fernando I en dos folios distintos, recto del primero y recto del siguiente. El Beato de San Pedro de Cardeña repite la disposición del Beato de Gerona, es decir, doble folio, en el verso la Tabla propiamente y en el recto del folio siguiente los nombres del Anticristo, modalidad repetida en el Beato de Tábara (ff. 117v-118r).
En el primero de los folios dentro de un grueso marco de color verde con sendas líneas negras trazadas a mano se inscribe la tabla del Anticristo con la cruz de Cristo en el recuadro central. El Anticristo es como Cristo, pero todo lo contrario. La cruz de oro es griega, recuerdo de la de Oviedo, como los códices de siglos anteriores. La inscripción en capitales que recorre dos lados alude a los ocho nombres, que serán consignados en la tabla siguiente. «Octo nominibus nuncupabitur in septem regna que est bestia cum septem capita et decem cornua serpens.»
También se dan variantes en cuanto a la disposición de los nombres del Anticristo, aunque lo más frecuente es verlos dentro de los correspondientes arcos de herradura. Es la norma seguida en el Beato de San Pedro de Cardeña, siguiendo la disposición del de Gerona. Como los arcos son reducidos, con el fin de que la escritura resulte más diáfana, se han colocado en doble renglón, la segunda parte a la altura del capitel. Rompe esta norma el Beato de Osma, donde los nombres se disponen en vertical en dirección descendente. Los ocho nombres que se dan al Anticristo son: Antechristum, Teitan, Diclux, Gensericus, Evantas, Damnatus, Antemus y Acxyme. A cada letra se le asigna un valor numérico, y las dos tablas calculan el valor total de las letras de cada nombre. El total dado es 666, el número que aparece en Apoc. XIII, 18, aunque la suma total es de 667. De nuevo se ha enfatizado el colorido, destacando la riqueza en los oros vertidos en los toros y cimacios de los capiteles. Los azules, verdes y castaños contrastan con los rojos de las letras de los nombres del Anticristo.
Ángela Franco Mata
Jefa del Departamento de Antigüedades Medievales del Museo Arqueológico Nacional
(Fragmento del libro de estudio Beato de Cardeña)