Seis jinetes con atuendos que responden a la moda militar del momento montan sobre seis caballos blancos, dispuestos en tres franjas de colores planos: verde – azul – verde. El fondo está lleno de estrellas, ya que se trata de una alusión al combate celeste, aunque este no llega a materializarse, como sí ocurre en el tardío Beato de San Andrés de Arroyo (f. 152r).
El jinete situado en el ángulo superior derecho representa a Cristo, es el único que lleva una espada en la boca, que simboliza la palabra de predicación y castiga a los infieles.
A diferencia de otros beatos en los que también aparece esta imagen, en el de Silos se ha eliminado el texto, aunque se respeta estrictamente la presencia de los caballos de color blanco. Destaca la actitud entre bondadosa y sumisa que los caballos transmiten a través de sus grandes ojos, en los que el miniaturista ha dibujado incluso las pestañas.
Ángela Franco Mata
Jefa del Departamento de Antigüedades Medievales del Museo Arqueológico Nacional
(Fragmento del libro de estudio Beato de Silos)