“Después de esto, vi a cuatro ángeles de pie en los cuatro extremos de la tierra, que sujetaban a los cuatro vientos para que no soplara viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar ni sobre los árboles” “Después miré y había una muchedumbre inmensa [...]. Clamaban con voz potente, diciendo: ‘La salvación es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero.’ ”