“Pero bajó fuego del cielo y los devoró. Y el Diablo, su seductor, fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde están también la Bestia y el falso profeta, y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos”
“Luego vi un gran trono blanco, y al que estaba sentado sobre él. [...] Y vi a los muertos, grandes y pequeños [...]. Se abrieron entonces los libros [...] y los muertos fueron juzgados según lo escrito”