Apocalipsis 1313

El árbol de Vida (Apocalipsis 22, 1-5)
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El árbol de Vida (Apocalipsis 22, 1-5)

«Luego el ángel me mostró el río de agua de Vida, límpido como cristal, que brotaba del trono de Dios y del Cordero. En medio de la plaza de la ciudad, a un lado y otro del río, está el árbol de Vida que fructifica doce veces, una vez cada mes; y sus hojas pueden curar a las naciones». El ángel, en el f. 82v, ha agarrado a Juan por la muñeca como si quisiera requerir toda su atención ante la compleja visión descrita en la página opuesta.
Discretamente evocado en el f. 78, el tema del río de agua de Vida bordeado por árboles salvadores no se retoma aquí de un modo descriptivo, sino de un modo simbólico, inspirado en gran parte por el comentario. Su autor recuerda que el árbol de Vida fue entregado a Adán en el paraíso terrenal. Prosigue su comparación con el Génesis asimilando este árbol al de la ciencia del bien y del mal cuyo fruto, prohibido, hizo que entrara el sufrimiento, «vejez y muerte» en el mundo, cuando se produjo la falta original. Pero con su muerte redentora en la cruz, el propio Cristo se convirtió en árbol de Vida, papel en el que participa su cuerpo místico, dicho de otro modo la Iglesia, fundada sobre los doce apóstoles. Así el árbol da frutos cada mes, «es decir continuamente; pues donde Cristo representa el año, los apóstoles representan los doce meses». Como frutos redondos, sus cabezas nimbadas, a las que el miniaturista ha unido una decimotercera, la de san Pablo, el apóstol de los gentiles, aparecen entre el follaje. Siguiendo una disposición que recuerda el árbol de Jesé, rodean el brote terminal ocupado por un Cristo en busto, curiosamente velado y provisto del nimbo crucífero.
El árbol es designado a la izquierda por Moisés, a la derecha por san Juan. En una especie de diálogo tipológico, el uno, el legislador, símbolo de la antigua alianza, lleva una filacteria en la que se inscribe la cita del Génesis (Gen 2, 9): Lignum vite in medio paradisi // El árbol de Vida en medio del paraíso; el otro, figura del Nuevo Testamento, es portador del correspondiente versículo del Apocalipsis: Lignum vite afferens fructus .XII. per singulos menses // El árbol de Vida que fructifica doce veces, una vez cada mes.
Insistiendo en la imagen del Edén, el artista ha representado el río paradisíaco bajo la apariencia del Geón, el Pisón, el Tigris y el Éufrates, representados por unos pequeños personajes que vierten el contenido de sus ánforas. Esos cuatro ríos inscritos en las esquinas de la composición, dentro de medallones, son una imagen tradicional de los evangelistas.
Así, la ilustración de este pasaje ha suscitado una composición que tiene un valor de síntesis catequética: el árbol simbólico es una superposición del árbol de la ciencia, a cuyo alrededor se enrolla la serpiente tentadora para seducir a Adán y Eva, y del árbol de Vida: cuerpo de Cristo Redentor, dado en alimento en la Eucaristía por el ministerio de la Iglesia.

Marie-Thérèse Gousset y Marianne Besseyre
Centro de Investigación de Manuscritos Iluminados, Bibliothèque nationale de France
Fragmento del libro de estudio Apocalipsis 1313

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