Los ángeles de los cuatro vientos deben contenerse y no soplar ya que tienen poder para dañar.
En la parte superior de la imagen aparece el ángel "con el sello del Dios vivo" que clama: "No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles hasta que hayamos marcado con la señal de la frente a los hijos de Dios".