El signo de Acuario aparece personificado en la figura de un efebo desnudo que vierte el contenido de dos jarras, en la parte superior de la imagen. En la orla lateral, cuatro medallones que imitan relieves en madera representan la Circuncisión de Cristo, la Epifanía, san Vicente mártir y la conversión de san Pablo. La parte inferior combina dos escenas: en el interior de una casa acomodada, un hombre se calienta frente a la chimenea, mientras la mujer prepara la mesa; otro burgués camina bien abrigado por una calle nevada. Son dos motivos iconográficos muy habituales en la representación del mes de enero en los calendarios medievales. Enero se convierte en el primer mes del año a partir de la reforma emprendida por Julio César en el año 47 a.C.