Vísperas corresponde al oficio de la tarde. La imagen muestra el descendimiento: José de Arimatea, en la escalera, sostiene por el pecho el cuerpo inerte de Cristo, mientras Nicodemo le quita los clavos de los pies. Detrás, san Juan Evangelista y las santas mujeres. En el suelo aparece la calavera atribuida a Adán. Esta visión del descendimiento es sencilla y mesurada, consiguiendo un mayor efecto para la meditación. En la parte inferior de la orla, Bening representa la lamentación sobre el cuerpo de Cristo. Con la cabeza apoyada en el regazo de Santa María, le rodean san Juan y María Magdalena. El contenido emocional de estas imágenes es muy elevado, por lo que acercó estos temas a las imágenes de devoción.
Carlos Miranda García-Tejedor
Doctor en Historia