La visión de Daniel de las cuatro bestias
Referido a la Sinagoga, la imagen ilustra otro amplio excursus que toma el Comentario de San Jerónimo al Libro de Daniel. Las cuatro bestias presentan un cuerpo robusto, garras potentes en las pezuñas y la lengua fuera. Las diferencias se encuentran en la mayor o menor estilización del lomo, en el añadido de pelo, cabezas o colas. La primera de las bestias, que es la que da la pauta de este esquema básico, presenta aspecto de león con alas, similar al grifo clásico de influencia oriental, y abundante pelambrera en el cuello. Su cola muestra una apariencia heráldica. La segunda, más oscura, y con un tono ocre apagado, semeja un oso, con potentes mandíbulas, cuerpo más robusto y pezuñas planas con grandes garras. En la tercera, que, según la storia, debería tener aspecto de leopardo, los ilustradores han recurrido al texto de Daniel, que explicaba cómo era esa especie de leopardo: tenía cuatro cabezas y dos pares de alas. Por último, en la storia se describe a la cuarta como muy fuerte, con siete cabezas y doce cuernos; no obstante, al mencionar en el libro de Daniel tales apéndices, la miniatura ha suprimido las cabezas, mostrando un monstruo que presenta una corona erizada de diez cuernos a lo largo de la cabeza, un mechón en medio de la frente y abundante pelaje.
Las bestias son el mundo dividido en sus cuatro puntos cardinales; también, cuatro grandes reinos históricos: así, la primera bestia, la leona, hace referencia a Babilonia; la segunda, el oso, al reino de los medos y persas; la tercera, el leopardo, al de Macedonia; por último, la cuarta, la más terrible, a Roma, en cuyo territorio se realizaron los martirios, cuyos cuernos significan los reyes que se repartirán el Imperio; el undécimo, es decir, el mechón en medio de la frente que consigna la ilustración, se refiere al Anticristo que matará a todos los monarcas y traerá la confusión al mundo por hacerse pasar por Dios.
Carlos Miranda
Doctor en Historia
Fragmento del libro Beato de San Andrés de Arroyo
