La epifanía (f. 101v.)
La pintura muestra a la Virgen, sentada sobre cojines cubiertos de telas, con el Niño –cuya mano derecha hace un gesto de aceptación– en su regazo, al que sostiene por la espalda; la mano derecha de la Madre sostiene el presente que le ofrece el mayor de los Magos, que adora a Jesús de rodillas y con las manos juntas. Lleva vestiduras regias y, en señal de respeto –al igual que el resto de sus compañeros–, la cabeza descubierta. A su lado, también de rodillas, otro de los Magos, de cabellos y barba largos, muestra una copa que contiene su ofrenda. Finalmente, el último de ellos, captado en el momento de quitarse el bonete, es negro, y tiene entre sus manos un cofre de oro que guarda su obsequio. Detrás de la Virgen, guarecida en el establo en ruinas, están el buey y la mula.