Virgo aparece como una doncella de largos cabellos, vestida con saya, sentada directamente en el suelo –más bien sobre el borde superior del marco que encierra el texto del calendario– con una palma en cada mano, corrupción de la espiga con que aparece en representaciones de época clásica. Debajo, en el patio de una gran mansión, observados por un señor en la puerta y varias personas en las ventanas, junto a gavillas atadas y grandes sacos de tela blanca con granos de cereal limpio, dos hombres criban la mies: el de la izquierda con pala de madera –realizando la técnica de apalear, consistente en lanzar con este instrumento los granos al aire– y el de la derecha con harnero –tras haber separado la paja y el cascabillo más grueso–, cuyo contenido deposita en un recipiente cilíndrico de madera. La tarea se realizaba siempre al aire libre durante un día de buen tiempo, con preferencia ligeramente ventoso. Su ubicación en agosto se debe a la influencia iconográfica de los ciclos meridionales; no obstante, se aconsejaba que, en las regiones de clima templado, se conservaran los granos con espigas en el granero para que acabaran de madurar, para majarlas y, consecuentemente, realizar la criba tres meses después de la siega. Sin embargo, a diferencia de calendarios flamencos de finales de la Edad Media, en las Grandes horas de Ana de Bretaña la criba tiene lugar inmediatamente después de la recolección. Esta tarea está ausente de la iconografía medieval hasta el siglo XIII. Las primeras representaciones conservadas en que se muestra el harnero aparecen en el Salterio de Landgrave (Stuttgart, Württembergische Landesbibliothek, HB II. 24, f. 6r), pintado en Turingia hacia 1215, y en una vidriera de la catedral de Lausana, obra de Pierre d’Arras y su taller, realizada en torno a 1235. Las imágenes no se multiplicarán hasta el siglo XV, llegando a sustituir, a finales de la centuria, la escena de maja, propia del mes de agosto, por la de criba en numerosos manuscritos de la zona de Tours. A partir de fuentes iconográficas, parece que el harnero se utilizó sobre todo en la Francia del norte y en Flandes, aunque los textos testimonian su utilización también en la Francia meridional. Por lo que respecta al apalear, los primeros documentos gráficos conservados datan de finales del siglo XIII y principios del XIV en la zona italiana; de hecho, las obras plásticas muestran la criba con pala especialmente en obras meridionales.
Virgo aparece como una doncella de largos cabellos, vestida con saya, sentada directamente en el suelo –más bien sobre el borde superior del marco que encierra el texto del calendario– con una palma en cada mano, corrupción de la espiga con que aparece en representaciones de época clásica. Debajo, en el patio de una gran mansión, observados por un señor en la puerta y varias personas en las ventanas, junto a gavillas atadas y grandes sacos de tela blanca con granos de cereal limpio, dos hombres criban la mies: el de la izquierda con pala de madera –realizando la técnica de apalear, consistente en lanzar con este instrumento los granos al aire– y el de la derecha con harnero –tras haber separado la paja y el cascabillo más grueso–, cuyo contenido deposita en un recipiente cilíndrico de madera. La tarea se realizaba siempre al aire libre durante un día de buen tiempo, con preferencia ligeramente ventoso. Su ubicación en agosto se debe a la influencia iconográfica de los ciclos meridionales; no obstante, se aconsejaba que, en las regiones de clima templado, se conservaran los granos con espigas en el granero para que acabaran de madurar, para majarlas y, consecuentemente, realizar la criba tres meses después de la siega. Sin embargo, a diferencia de calendarios flamencos de finales de la Edad Media, en las Grandes horas de Ana de Bretaña la criba tiene lugar inmediatamente después de la recolección. Esta tarea está ausente de la iconografía medieval hasta el siglo XIII. Las primeras representaciones conservadas en que se muestra el harnero aparecen en el Salterio de Landgrave (Stuttgart, Württembergische Landesbibliothek, HB II. 24, f. 6r), pintado en Turingia hacia 1215, y en una vidriera de la catedral de Lausana, obra de Pierre d’Arras y su taller, realizada en torno a 1235. Las imágenes no se multiplicarán hasta el siglo XV, llegando a sustituir, a finales de la centuria, la escena de maja, propia del mes de agosto, por la de criba en numerosos manuscritos de la zona de Tours. A partir de fuentes iconográficas, parece que el harnero se utilizó sobre todo en la Francia del norte y en Flandes, aunque los textos testimonian su utilización también en la Francia meridional. Por lo que respecta al apalear, los primeros documentos gráficos conservados datan de finales del siglo XIII y principios del XIV en la zona italiana; de hecho, las obras plásticas muestran la criba con pala especialmente en obras meridionales.