En los calendarios de los libros de horas del siglo XV, las ilustraciones del mes de abril suelen ser de temática cortesana. Abril daba la bienvenida a la primavera y se asociaba con el amor. No es extraño, pues, ver a una pareja de enamorados paseando por un jardín, trenzando una corona de flores o entregándose un anillo. En esa época, el jardin cercado se convierte en el lugar privilegiado de la aristocracia para manifestar su amor, secularizando en beneficio propio una temática hasta entonces reservada a la pureza de la Virgen. El mes de abril también se asocia con el signo zodiacal Tauro, que según la astrología medieval se corresponde con Venus, el planeta del amor.
Al emplear como fuente indirecta un grabado del Maestro del Gabinete de Ámsterdam -en el que se representa a una pareja sentada en un banco rodeado de vegetación-, Robinet Testard sabía que contaba con un modelo eficaz, ya que el Maestro del Gabinete de Ámsterdam habría sido un especialista en grabados de temática cortés. El artista ha sabido adaptar la escena original al formato rectangular de la miniatura: ha expandido el espacio y ha otorgado un lugar importante a la vegetación (el emparrado, el césped, los árboles que florecen…), lo que permite conectar la imagen con el tema que ilustra, el mes de abril. Testard ha conservado del grabado la postura de los dos personajes que se abrazan con ternura, cogidos de la mano, el gesto protector del hombre que alarga la pierna delante de su amada y la contención de la mujer, que mira hacia abajo y sostiene en su regazo a un perrito, símbolo de fidelidad.
Séverine Lepape
Conservadora
Musée du Louvre
