En el centro del folio tiene lugar la anunciación a María, en un espacio arquitectónico eclesiástico con dos frontones triangulares separados por una torre cuadrada, y ante un altar sobre cuyo mantel blanco resalta un cáliz cubierto con una hostia que lleva la señal de la cruz. La Virgen aparece arrodillada, con un hermoso vestido azul cubierto con un manto del mismo color, cruzando los brazos sobre el pecho y apartándose del libro abierto colocado en un atril para escuchar el mensaje del ángel. Este, que también está arrodillado, la señala con el índice derecho y sostiene una filacteria con el saludo que conocemos, Ave Maria; detrás lo acompaña otro ángel.
En la esquina superior izquierda, como en la miniatura del folio 21r, se encuentra el busto de Dios padre con tiara, fuente de rayos de luz dirigidos en parte hacia la Virgen y portadores de una minúscula figura blanca símbolo del descenso del alma de Jesús, que llega muy cerca de la cabeza de María: es una representación simbólica de la encarnación muy apreciada en el arte religioso occidental de finales de la Edad Media.
Delante de Dios padre, a la misma altura, se encuentra un grupo de tres ángeles que sostienen un pergamino en blanco que parece representar una notación musical.
Dentro de la D capitular de Deus in adjutorium meum intende («Dios, acude en mi auxilio») está la paloma, en vuelo de frente al espectador. A su izquierda, vemos a una joven santa con unas tijeras, probablemente la Virgen María tejiendo en el telar, y en el margen derecho, a un ángel detrás de un órgano que toca un personaje tonsurado y alado, es decir, otro ángel. Estas dos últimas figuras complementan en cierta medida el coro de tres ángeles que cantan sobre ellas, y subrayan que es un momento de dicha en el cielo.
En la escena inferior, María, con las manos juntas, sube los tres escalones que llevan a un altar detrás del cual se encuentra un obispo que hace un gesto para recibirla; la sigue un grupo de fieles encabezado por un personaje con un sombrero de punta y una limosnera en la cintura.
A la izquierda de esta escena un ángel toca el arpa, y a la derecha un obispo junta las manos de María y José (no nimbado), bendiciendo su unión en presencia de un buen número de personajes nimbados que se apiñan detrás de ella. Es posible que esta miniatura pretenda representar la promesa de virginidad perpetua hecha por María ante un miembro de la Iglesia jerárquica, con el consentimiento de José y ante él. Esta escena desconocida en el arte cristiano de Oriente, la del matrimonio de María y José ante un gran sacerdote judío (representado aquí como un obispo), tan solo se difundió por Occidente hacia el final de la Edad Media.
En el marco dorado, distribuida en tres de los lados, se encuentra la inscripción Ihesus Maria Ave regina angelorum et archangelorum («Jesús María, salve, reina de los ángeles y de los arcángeles»).
En el centro del folio tiene lugar la anunciación a María, en un espacio arquitectónico eclesiástico con dos frontones triangulares separados por una torre cuadrada, y ante un altar sobre cuyo mantel blanco resalta un cáliz cubierto con una hostia que lleva la señal de la cruz. La Virgen aparece arrodillada, con un hermoso vestido azul cubierto con un manto del mismo color, cruzando los brazos sobre el pecho y apartándose del libro abierto colocado en un atril para escuchar el mensaje del ángel. Este, que también está arrodillado, la señala con el índice derecho y sostiene una filacteria con el saludo que conocemos, Ave Maria; detrás lo acompaña otro ángel.
En la esquina superior izquierda, como en la miniatura del folio 21r, se encuentra el busto de Dios padre con tiara, fuente de rayos de luz dirigidos en parte hacia la Virgen y portadores de una minúscula figura blanca símbolo del descenso del alma de Jesús, que llega muy cerca de la cabeza de María: es una representación simbólica de la encarnación muy apreciada en el arte religioso occidental de finales de la Edad Media.
Delante de Dios padre, a la misma altura, se encuentra un grupo de tres ángeles que sostienen un pergamino en blanco que parece representar una notación musical.
Dentro de la D capitular de Deus in adjutorium meum intende («Dios, acude en mi auxilio») está la paloma, en vuelo de frente al espectador. A su izquierda, vemos a una joven santa con unas tijeras, probablemente la Virgen María tejiendo en el telar, y en el margen derecho, a un ángel detrás de un órgano que toca un personaje tonsurado y alado, es decir, otro ángel. Estas dos últimas figuras complementan en cierta medida el coro de tres ángeles que cantan sobre ellas, y subrayan que es un momento de dicha en el cielo.
En la escena inferior, María, con las manos juntas, sube los tres escalones que llevan a un altar detrás del cual se encuentra un obispo que hace un gesto para recibirla; la sigue un grupo de fieles encabezado por un personaje con un sombrero de punta y una limosnera en la cintura.
A la izquierda de esta escena un ángel toca el arpa, y a la derecha un obispo junta las manos de María y José (no nimbado), bendiciendo su unión en presencia de un buen número de personajes nimbados que se apiñan detrás de ella. Es posible que esta miniatura pretenda representar la promesa de virginidad perpetua hecha por María ante un miembro de la Iglesia jerárquica, con el consentimiento de José y ante él. Esta escena desconocida en el arte cristiano de Oriente, la del matrimonio de María y José ante un gran sacerdote judío (representado aquí como un obispo), tan solo se difundió por Occidente hacia el final de la Edad Media.
En el marco dorado, distribuida en tres de los lados, se encuentra la inscripción Ihesus Maria Ave regina angelorum et archangelorum («Jesús María, salve, reina de los ángeles y de los arcángeles»).