Dos ángeles pertrechados con un traje militar de oro sostienen un escudo bastante deteriorado. Detrás de los dos tenantes, hay un árbol con la copa en llamas y con una cinta alrededor de su tronco donde se lee «
a prier/me lie». La escena tiene lugar en un esquemático paisaje con una pradera donde destacan matas doradas y un curso de agua del que se desgaja un afluente como un meandro desde el que brota el árbol.
Es frecuente encontrar, tanto en pintura como en escultura, ángeles que sostengan escudos. Ahora bien, el aspecto militar de los ángeles del
Libro de horas de Luis de Orleans, uno con alas azules y otro rojas, es singular:
en el peto de la coraza presentan una forma de venera; así, su indumentaria y la función que desempeñan es muy similar a la de los ángeles que aparecen en el margen inferior de los
Statuts de l’ordre de Saint-Michel, de 1470 (París, Bibliothèque nationale de France, ms. fr. 19819, f. 1r.), obra atribuida a Jean Fouquet; asimismo, el arcángel san Miguel se muestra con una armadura cuyo peto está decorado por tres conchas en las
Horas de Luis de Laval (f. 335), cuyo propietario, como se sabe, fue uno de los primeros integrantes de esta orden.
En el escudo se ha raspado las armas antiguas que contendría, a excepción de la parte superior donde ha quedado una delgada franja de azur en cuyo lado superior izquierdo destaca un fragmento de un objeto dorado. En el resto del escudo, se transparenta parte de la muralla y de la hierba del jardín del Paraíso y los pies de Adán del siguiente folio. Así, en principio, sería difícil averiguar la identidad del primitivo poseedor del libro de horas. No obstante, la divisa escrita en la cinta alrededor del tronco del árbol con la copa ardiendo proporciona una pista. Según F. Avril, se trataría de algún personaje relevante del Languedoc, cuyo emblema, idéntico al anteriormente descrito, aparece en un libro de horas al uso de Roma (Cambridge, Fitzwilliam Museum, ms. 94), cuyo escudo, repintado, pero visible por transparencia, presenta los siguientes elementos: oro en árbol de sinople, en la cabeza azur en la rosa de gules acompañada de dos espigas de oro. Estas mismas armas vuelven a aparecer en un libro de horas aviñonés de principios del siglo
xv completado hacia 1490, probablemente, en Toulouse (San Marino, Huntington Library, HM. 1104).
Es significativo que, en la página de inicio de este libro de horas se haya ocupado enteramente por el escudo y el emblema que lo acompaña, elementos distintivos y permanentes de linaje, cuya función consiste en simbolizar todo lo que representa el linaje, tanto si han sido ganados con mérito como si fueron inventados. La familia se identifica con ellos y, de hecho, llegan a ser bienes patrimoniales, memoriales de una casa que ha realizado ciertas hazañas –guerreras, diplomáticas, religiosas– de las que se enorgullece y que debe transmitir a la posteridad.
