Azafrán (Crocus sativus), f. 160r
Planta cultivada desde antiguo, es oriunda del suroeste de Asia. Probablemente era ya conocida en el ámbito mediterráneo en tiempos del imperio romano. San Isidoro de Sevilla cita esta planta en sus Etimologías (c. 560-636). Hoy en día su cultivo es muy importante en La Mancha (Toledo y Ciudad Real) y Teruel, en donde hay un museo del azafrán. Sus tres estilos de color rojo se arrancan de la flor, se dejan secar y se tuestan ligeramente. Resulta un colorante y saborizante alimentario insustituible, pero muy caro, ya que para obtener un kilo se necesitan 100.000 flores. En homeopatía se usa para enfermedades de la matriz y como calmante. En medicina popular se ha utilizado para facilitar los partos, pero tenía el inconveniente de que teñía de color rojizo las aguas de la bolsa o líquido amniótico, por lo que resultaba más difícil detectar las hemorragias. En tiempos antiguos se usaba como afrodisíaca. Dioscórides dedica un capítulo a la planta y otro al ungüento crocino o de azafrán. Ya en el siglo i en el mundo romano era un producto caro, según indica el propio Dioscórides, que añade que bebido con vino de pasas es diurético e «impide la borrachez». El ungüento crocino también provoca sueño e instilado con agua en los ojos «aprovecha mucho a los que tienen corta la vista».
Ramón Morales
Real Jardín Botánico de Madrid
(Fragmento del libro de estudio del Dioscórides de Cibo y Mattioli)