«La hierba tabernera, que algunos llaman también nardo silvestre, es una hierba aromática que se emplea para hacer guirnaldas; sus hojas son similares a las de la hiedra, aunque más pequeñas y redondas. Entre las hojas, cerca de la raíz, produce unas flores purpúreas y olorosas, semejantes por su forma al cáliz del beleño, dentro de las cuales se encuentra la semilla, similar a las pepitas de la uva. Los peciolos son angulosos, ásperos y flexibles. Produce raíces en gran número, nudosas, finas y retorcidas, como las de la grama, si bien más finas y olorosas; tienen propiedades caloríficas, y al masticarlas irritan mucho la lengua. La hierba tabernera es de naturaleza caliente, estimula la orina, alivia a los hidrópicos y es buen remedio contra la ciática crónica. Seis dracmas de su raíz, bebidas con aguamiel, provocan la menstruación y purgan como el eléboro blanco. La hierba tabernera se mezcla con ungüentos. Crece en los montes umbrosos y se encuentra en abundancia en el Ponto, Frigia, Iliria y en Italia, en los montes Justinos» (f. 91v).
Vive en toda Italia, Francia, este de la región mediterránea, Centroeuropa y oeste de Asia. No se encuentra en España. Toda la planta, y en especial sus tubérculos, contiene aceite esencial, flavonoides y taninos. Su cocimiento es purgante, diurético y ablanda la tos seca, estimulando la secreción mucosa. Se ha utilizado en medicina popular desde antiguo. Dioscórides indica que le gustan los terrenos áridos y poco húmedos, pero que también puede vivir en lugares umbríos. Su aceite esencial le confiere un aroma que recuerda al de la canela.
Ramón Morales
Real Jardín Botánico de Madrid
(Fragmento del libro de estudio del Dioscórides de Cibo y Mattioli)