La bursa pastoris es la bolsa de pastor o pan y quesillo, que algunos denominan también pastyorelle, o sanguinaria, porque retiene el flujo de sangre de la nariz. Tiene las hojas parecidas a la oruga menor, y su semilla es semejante a una bolsa. Tiene virtud oculta y crece al borde de los caminos. Debe ser recolectada en el mes junio cuando la luna esté en cuarto menguante. Esta planta sirve para retener el flujo de sangre de la nariz, para lo cual hay que dar al paciente dos ramos de esta planta verde o seca, y que la mantenga cogida en la mano derecha hasta que se doble un ramo sobre otro, y así se retendrá la sangre. Para los que han sufrido una quebradura o relajación, se les debe dar cuando estén en ayunas polvo de bolsa de pastor con vino muy bueno, y esto resuelve y cura de forma rápida.
Lactuca leporina o diente de león es una planta que tiene unas hojas semejantes a las de la achicoria. Crece en lugares arenosos y se extiende sobre la tierra, y en medio le sale una flor que se parece a la flor de una planta que se llama uña de caballo. Esta planta, tanto si se come, como si se bebe sirve contra las mordeduras de animales venenosos, así como para aquellos que han tomado alguna cosa envenenada.
Las violetas son las violetes de marais. Son frías en primer grado y húmedas al fin del segundo grado. Si se secan como se debe se pueden guardar durante dos años. Pero es mejor que cada año se recolecten de nuevo. De estas violetas, cuando están recién cogidas se hace el azúcar violado, y también el sirope violado, la miel violada y el aceite violado. No obstante el sirope violado se puede hacer con violetas verdes y con violetas secas. Pero cuando se hace con las secas no tiene tanta virtud como cuando se hace con las verdes. El azúcar violado se hace igual que el azúcar rosado. El sirope violado se hace de la siguiente manera: se cuecen las violetas en agua y se dejan allí durante toda una noche. Después se filtra y se añade azúcar al agua para hacer el sirope. No obstante se puede hacer también con jugo de violetas y azúcar, que es mucho mejor. El aceite violado se hace de la siguiente manera: se cuecen las violetas en aceite, y cuando se haya filtrado ya está listo el aceite violado. También se puede preparar cociendo las violetas al baño María. Esto consiste en que se ponen los violetas dentro del aceite en una vasija, y ésta se mete en otra llena de agua hirviendo, de este modo las violetas se cuecen por el calor del agua de fuera. Otra forma mucho mejor de preparar este aceite es la siguiente. Primero se cuecen las violetas en aceite y se filtran como ya se ha dicho. Luego al aceite filtrado se añaden más violetas que deben estar muy frescas, y se dejan en este aceite durante veinte días, luego se vuelve a filtrar y se añaden aún más violetas. El aceite así preparado es muy bueno. Cada una de las cosas antes dichas, es decir todas las confecciones que se pueden hacer con los violetas sirven contra el calor maligno en el cuerpo si se administran externamente. Si se unta el cuerpo en el exterior con aceite violado sirve también contra el calentamiento de hígado. Si se untan las sienes y la frente, se quita el dolor de cabeza provocado por calor. Las violetas tienen virtud de humedecer, de lenificar, de temperar, de refrescar y así mismo de laxar. Las violetas o la planta donde crecen, machacadas y aplicadas calientes sobre los apostemas sirven cuando son recientes. Aplicar paños calientes humedecidos con el agua donde se han cocido violetas en los pies y en la frente, hace dormir cuando se tiene fiebre aguda. Debes saber que se ha de cocer más fuertemente el sirope violado que el rosado, o de lo contrario se corromperá.
La bursa pastoris es la bolsa de pastor o pan y quesillo, que algunos denominan también pastyorelle, o sanguinaria, porque retiene el flujo de sangre de la nariz. Tiene las hojas parecidas a la oruga menor, y su semilla es semejante a una bolsa. Tiene virtud oculta y crece al borde de los caminos. Debe ser recolectada en el mes junio cuando la luna esté en cuarto menguante. Esta planta sirve para retener el flujo de sangre de la nariz, para lo cual hay que dar al paciente dos ramos de esta planta verde o seca, y que la mantenga cogida en la mano derecha hasta que se doble un ramo sobre otro, y así se retendrá la sangre. Para los que han sufrido una quebradura o relajación, se les debe dar cuando estén en ayunas polvo de bolsa de pastor con vino muy bueno, y esto resuelve y cura de forma rápida.
Lactuca leporina o diente de león es una planta que tiene unas hojas semejantes a las de la achicoria. Crece en lugares arenosos y se extiende sobre la tierra, y en medio le sale una flor que se parece a la flor de una planta que se llama uña de caballo. Esta planta, tanto si se come, como si se bebe sirve contra las mordeduras de animales venenosos, así como para aquellos que han tomado alguna cosa envenenada.
Las violetas son las violetes de marais. Son frías en primer grado y húmedas al fin del segundo grado. Si se secan como se debe se pueden guardar durante dos años. Pero es mejor que cada año se recolecten de nuevo. De estas violetas, cuando están recién cogidas se hace el azúcar violado, y también el sirope violado, la miel violada y el aceite violado. No obstante el sirope violado se puede hacer con violetas verdes y con violetas secas. Pero cuando se hace con las secas no tiene tanta virtud como cuando se hace con las verdes. El azúcar violado se hace igual que el azúcar rosado. El sirope violado se hace de la siguiente manera: se cuecen las violetas en agua y se dejan allí durante toda una noche. Después se filtra y se añade azúcar al agua para hacer el sirope. No obstante se puede hacer también con jugo de violetas y azúcar, que es mucho mejor. El aceite violado se hace de la siguiente manera: se cuecen las violetas en aceite, y cuando se haya filtrado ya está listo el aceite violado. También se puede preparar cociendo las violetas al baño María. Esto consiste en que se ponen los violetas dentro del aceite en una vasija, y ésta se mete en otra llena de agua hirviendo, de este modo las violetas se cuecen por el calor del agua de fuera. Otra forma mucho mejor de preparar este aceite es la siguiente. Primero se cuecen las violetas en aceite y se filtran como ya se ha dicho. Luego al aceite filtrado se añaden más violetas que deben estar muy frescas, y se dejan en este aceite durante veinte días, luego se vuelve a filtrar y se añaden aún más violetas. El aceite así preparado es muy bueno. Cada una de las cosas antes dichas, es decir todas las confecciones que se pueden hacer con los violetas sirven contra el calor maligno en el cuerpo si se administran externamente. Si se unta el cuerpo en el exterior con aceite violado sirve también contra el calentamiento de hígado. Si se untan las sienes y la frente, se quita el dolor de cabeza provocado por calor. Las violetas tienen virtud de humedecer, de lenificar, de temperar, de refrescar y así mismo de laxar. Las violetas o la planta donde crecen, machacadas y aplicadas calientes sobre los apostemas sirven cuando son recientes. Aplicar paños calientes humedecidos con el agua donde se han cocido violetas en los pies y en la frente, hace dormir cuando se tiene fiebre aguda. Debes saber que se ha de cocer más fuertemente el sirope violado que el rosado, o de lo contrario se corromperá.