«Dime, descuidado, ¿cómo te atreviste
a tener tal trato con un jovenzuelo
que a mí me merece tan mala opinión?
Se ve claramente que las alabanzas
de cualquier mozuelo crees con poco esfuerzo.
Así, ya no puedo confiar en ti,
por lo cual haré que apresado seas
y muy bien guardado en segura torre,
ya que, a mi entender, no hay más solución».
Roman de la Rose, versos 3536-3544
(Ed. y trad. de Juan Victorio)
«Dime, descuidado, ¿cómo te atreviste
a tener tal trato con un jovenzuelo
que a mí me merece tan mala opinión?
Se ve claramente que las alabanzas
de cualquier mozuelo crees con poco esfuerzo.
Así, ya no puedo confiar en ti,
por lo cual haré que apresado seas
y muy bien guardado en segura torre,
ya que, a mi entender, no hay más solución».
Roman de la Rose, versos 3536-3544
(Ed. y trad. de Juan Victorio)