Huma es el nombre de este yinn, que quiere decir “el que acalora el cuerpo humano”, o lo que es lo mismo, el agente de la fiebre común. Por consiguiente Huma es, como Kabus (la Pesadilla, f. 86r), uno de los genios más conocidos entre aquellos que causan enfermedades, y su talismán se encuentra con frecuencia.
El genio de la fiebre se suele representar como un demonio de tres cabezas, con una iconografía que acaso proceda del bíblico Testamentum Salomonis (Testamento de Salomón), en el que se achaca a un demonio tricéfalo el nacimiento de niños ciegos, sordos y epilépticos. En la miniatura dos de esas cabezas son idénticas, vagamente equinas pero provistas de los habituales colmillos y humo, una mirando a la derecha y la otra a la izquierda. La tercera tiene un aspecto más demoníaco y está situada en el centro, de frente y por encima de las otras dos. La posición frontal de Huma no es insólita, pero el tener las piernas abiertas con las rodillas dobladas y los brazos también abiertos, como si quisiera apresar al espectador, le distingue de todos los demás genios. También es peculiar la presencia de un rabo acabado en cabeza de animal: aunque no demasiado inusual en las representaciones de demonios y genios, sí es única dentro de esta serie de ilustraciones. En el Kitab al-bulhan, que contiene el modelo seguido de cerca en esta pintura, Huma no tiene una cola sino dos. Dos asistentes cornudos, uno de ellos con sombrero, se asoman a la pintura muy cerca de las cabezas laterales de Huma.
Stefano Carboni
The Metropolitan Museum of Art
Conservador adjunto del Dpto. de Arte islámico
(Fragmento del volumen de estudio del Libro de la Felicidad)
Huma es el nombre de este yinn, que quiere decir “el que acalora el cuerpo humano”, o lo que es lo mismo, el agente de la fiebre común. Por consiguiente Huma es, como Kabus (la Pesadilla, f. 86r), uno de los genios más conocidos entre aquellos que causan enfermedades, y su talismán se encuentra con frecuencia.
El genio de la fiebre se suele representar como un demonio de tres cabezas, con una iconografía que acaso proceda del bíblico Testamentum Salomonis (Testamento de Salomón), en el que se achaca a un demonio tricéfalo el nacimiento de niños ciegos, sordos y epilépticos. En la miniatura dos de esas cabezas son idénticas, vagamente equinas pero provistas de los habituales colmillos y humo, una mirando a la derecha y la otra a la izquierda. La tercera tiene un aspecto más demoníaco y está situada en el centro, de frente y por encima de las otras dos. La posición frontal de Huma no es insólita, pero el tener las piernas abiertas con las rodillas dobladas y los brazos también abiertos, como si quisiera apresar al espectador, le distingue de todos los demás genios. También es peculiar la presencia de un rabo acabado en cabeza de animal: aunque no demasiado inusual en las representaciones de demonios y genios, sí es única dentro de esta serie de ilustraciones. En el Kitab al-bulhan, que contiene el modelo seguido de cerca en esta pintura, Huma no tiene una cola sino dos. Dos asistentes cornudos, uno de ellos con sombrero, se asoman a la pintura muy cerca de las cabezas laterales de Huma.
Stefano Carboni
The Metropolitan Museum of Art
Conservador adjunto del Dpto. de Arte islámico
(Fragmento del volumen de estudio del Libro de la Felicidad)