La última ilustración a doble página del manuscrito alude a un breve tratado referente a las casas o estaciones de la Luna (manazil al-qamar). Es éste otro tema astronómico que fue tratado por los astrólogos, y para ilustrar el cual se desarrolló una iconografía al menos desde el siglo. El movimiento de la Luna a través del cielo nocturno y sus diferentes fases eran fáciles de observar, y las agrupaciones de estrellas suministraban puntos de referencia convenidos para marcar su tránsito diario hacia el este. En la Edad Media, los astrónomos islámicos del Oriente Medio y Próximo utilizaban con ese fin veintiocho grupos de estrellas, que vinieron a ser conocidos como casas o estaciones de la Luna. Naturalmente esas mansiones pasaron a tener un significado astrológico, y es probable que tanto el texto como las imágenes sean muy antiguos.
En las dos páginas enfrentadas se repite el título general, escrito con letras de oro en la cartela de la parte superior. Texto e ilustraciones se organizan en cuatro columnas de siete casas cada una, veintiocho estaciones en total. Una estrecha cartela vertical con el nombre de la casa en tinta roja se inserta entre un espacio con siete renglones de texto y la ilustración. Las figuras, siempre bajo un marco dorado con un arco mixtilíneo, resultan a veces difíciles de interpretar porque el nombre de la mansión solo la explica en algunos casos, estando a menudo basadas en pasajes del texto o en una iconografía anterior que no está clara para nosotros. Sin duda las casas de la Luna se representaron muy poco en los manuscritos astrológicos islámicos, y por lo tanto es posible que no hubiera una iconografía asentada a lo largo de los siglos.
Sin entrar en demasiado detalle sobre la iconografía de las veintiocho estaciones lunares, está claro que el pintor siguió de cerca las del Kitab al-bulhan, de las cuales se conservan las catorce primeras (f. 27v).
La última ilustración a doble página del manuscrito alude a un breve tratado referente a las casas o estaciones de la Luna (manazil al-qamar). Es éste otro tema astronómico que fue tratado por los astrólogos, y para ilustrar el cual se desarrolló una iconografía al menos desde el siglo. El movimiento de la Luna a través del cielo nocturno y sus diferentes fases eran fáciles de observar, y las agrupaciones de estrellas suministraban puntos de referencia convenidos para marcar su tránsito diario hacia el este. En la Edad Media, los astrónomos islámicos del Oriente Medio y Próximo utilizaban con ese fin veintiocho grupos de estrellas, que vinieron a ser conocidos como casas o estaciones de la Luna. Naturalmente esas mansiones pasaron a tener un significado astrológico, y es probable que tanto el texto como las imágenes sean muy antiguos.
En las dos páginas enfrentadas se repite el título general, escrito con letras de oro en la cartela de la parte superior. Texto e ilustraciones se organizan en cuatro columnas de siete casas cada una, veintiocho estaciones en total. Una estrecha cartela vertical con el nombre de la casa en tinta roja se inserta entre un espacio con siete renglones de texto y la ilustración. Las figuras, siempre bajo un marco dorado con un arco mixtilíneo, resultan a veces difíciles de interpretar porque el nombre de la mansión solo la explica en algunos casos, estando a menudo basadas en pasajes del texto o en una iconografía anterior que no está clara para nosotros. Sin duda las casas de la Luna se representaron muy poco en los manuscritos astrológicos islámicos, y por lo tanto es posible que no hubiera una iconografía asentada a lo largo de los siglos.
Sin entrar en demasiado detalle sobre la iconografía de las veintiocho estaciones lunares, está claro que el pintor siguió de cerca las del Kitab al-bulhan, de las cuales se conservan las catorce primeras (f. 27v).