Ante un paisaje con arquitecturas tardogóticas aparece, en una representación monumental, una pareja real mirándose el uno al otro. A la izquierda, una reina rubia, de piel clara, que lleva una corona plateada y viste un vestido largo azul celeste con un ancho ribete plateado y forro interior rojo, se halla sobre la esfera cristalina de una luna acuosa. En la mano derecha sostiene una cinta azul con una inscripción en letras doradas «Lac Viramium» (en realidad Lac Virginum, Leche de virgen) y con el dedo índice de la izquierda señala al rey, que retoma a su vez el diálogo gestual con la mano derecha abierta hacia arriba. Bajo una voluminosa capa con ribetes dorados y forro de un color azul grisáceo, el rey lleva un largo traje rojo con bordes también dorados, así como calzas claras y escarpines rojos; se alza sobre un fuego que llamea con fuerza. Las insignias de su poder son una corona de oro sobre la cabeza y un cetro dorado en su mano izquierda, envuelto en una cinta de color naranja en la que se leen las palabras «Coagula Maaschculium» (en realidad Coagulum Masculinum, Coagulación masculina). Sobre los monarcas se encuentran, ante un cielo crepuscular, dos astros animados: a la derecha el rostro rojo del sol, del que emanan largos rayos dorados y combados; a la izquierda, una representación que se identifica con la luna, de gran rostro plateado y rayos también combados. La miniatura se enmarca en una estructura decorada con flores dispersas, que reposa sobre un zócalo decorado con tres escenas en grisalla imitando un bajo relieve. A la izquierda se representa la lucha de Aquiles y Héctor en Troya, junto a otras dos escenas de la vida de Alejandro Magno, entre las que podemos reconocer, a la derecha, el episodio de Diógenes en el tonel. En una pequeña placa sobre el vértice del arco de medio punto que enmarca a la pareja real se lee la inscripción dorada «Particularia» (Detalles); una cartela en la parte inferior del marco reza «Via Vniuersalis particularibus. Inclusis» (La vía universal incluye lo particular), cita extraída del Tractatus Aureus de Hermes Trismegisto.
La representación de la pareja real responde a las polaridades de la alquimia, planteadas en el tratado segundo del Splendor Solis, que antecede a esta imagen. Además de personificar las polaridades en las figuras del hombre y la mujer, el miniaturista las plasma también en otros elementos, como el agua y el fuego, el cielo y la tierra o la luna y el sol (con las connotaciones implícitas de plata y oro, mercurio y azufre). En alquimia, esta unión, representada de forma más evidente en la figura de una pareja de enamorados copulando, simboliza el modo de imponerse a las circunstancias particulares imperfectas, y puede también evocar la penetración química de las dos sustancias arcanas, el sulfuro y el mercurio. La figura de la pareja real en el Splendor Solis se basa en las representaciones de los manuscritos alquímicos Donum Dei y Rosarium Philosophorum, que dedican a este tema sendas secuencias de miniaturas. A diferencia de estos dos manuscritos que, al igual que el Aurora Consurgens, contienen también ilustraciones de la pareja copulando, el Splendor Solis presenta únicamente la primera imagen de la pareja, de pie, vestida y coronada: el miniaturista renuncia a la representación explícita de la sexualidad y se conforma con la insinuación que algunos han creído reconocer en el vientre abombado de la reina. Las escenas de las grisallas no hacen ninguna referencia directa a la imagen principal, si bien reflejan su temática: la lucha de los contrastes y la superación mediante la unión.
Jörg Völlnagel
(Historiador del Arte e investigador asociado de los Staatliche Museen zu Berlin)
Ante un paisaje con arquitecturas tardogóticas aparece, en una representación monumental, una pareja real mirándose el uno al otro. A la izquierda, una reina rubia, de piel clara, que lleva una corona plateada y viste un vestido largo azul celeste con un ancho ribete plateado y forro interior rojo, se halla sobre la esfera cristalina de una luna acuosa. En la mano derecha sostiene una cinta azul con una inscripción en letras doradas «Lac Viramium» (en realidad Lac Virginum, Leche de virgen) y con el dedo índice de la izquierda señala al rey, que retoma a su vez el diálogo gestual con la mano derecha abierta hacia arriba. Bajo una voluminosa capa con ribetes dorados y forro de un color azul grisáceo, el rey lleva un largo traje rojo con bordes también dorados, así como calzas claras y escarpines rojos; se alza sobre un fuego que llamea con fuerza. Las insignias de su poder son una corona de oro sobre la cabeza y un cetro dorado en su mano izquierda, envuelto en una cinta de color naranja en la que se leen las palabras «Coagula Maaschculium» (en realidad Coagulum Masculinum, Coagulación masculina). Sobre los monarcas se encuentran, ante un cielo crepuscular, dos astros animados: a la derecha el rostro rojo del sol, del que emanan largos rayos dorados y combados; a la izquierda, una representación que se identifica con la luna, de gran rostro plateado y rayos también combados. La miniatura se enmarca en una estructura decorada con flores dispersas, que reposa sobre un zócalo decorado con tres escenas en grisalla imitando un bajo relieve. A la izquierda se representa la lucha de Aquiles y Héctor en Troya, junto a otras dos escenas de la vida de Alejandro Magno, entre las que podemos reconocer, a la derecha, el episodio de Diógenes en el tonel. En una pequeña placa sobre el vértice del arco de medio punto que enmarca a la pareja real se lee la inscripción dorada «Particularia» (Detalles); una cartela en la parte inferior del marco reza «Via Vniuersalis particularibus. Inclusis» (La vía universal incluye lo particular), cita extraída del Tractatus Aureus de Hermes Trismegisto.
La representación de la pareja real responde a las polaridades de la alquimia, planteadas en el tratado segundo del Splendor Solis, que antecede a esta imagen. Además de personificar las polaridades en las figuras del hombre y la mujer, el miniaturista las plasma también en otros elementos, como el agua y el fuego, el cielo y la tierra o la luna y el sol (con las connotaciones implícitas de plata y oro, mercurio y azufre). En alquimia, esta unión, representada de forma más evidente en la figura de una pareja de enamorados copulando, simboliza el modo de imponerse a las circunstancias particulares imperfectas, y puede también evocar la penetración química de las dos sustancias arcanas, el sulfuro y el mercurio. La figura de la pareja real en el Splendor Solis se basa en las representaciones de los manuscritos alquímicos Donum Dei y Rosarium Philosophorum, que dedican a este tema sendas secuencias de miniaturas. A diferencia de estos dos manuscritos que, al igual que el Aurora Consurgens, contienen también ilustraciones de la pareja copulando, el Splendor Solis presenta únicamente la primera imagen de la pareja, de pie, vestida y coronada: el miniaturista renuncia a la representación explícita de la sexualidad y se conforma con la insinuación que algunos han creído reconocer en el vientre abombado de la reina. Las escenas de las grisallas no hacen ninguna referencia directa a la imagen principal, si bien reflejan su temática: la lucha de los contrastes y la superación mediante la unión.
Jörg Völlnagel
(Historiador del Arte e investigador asociado de los Staatliche Museen zu Berlin)