Bajo un cielo dramáticamente nublado, en el que los débiles rayos del sol se abren paso a duras penas, se extiende un extenso paisaje montañoso que alterna luminosas llanuras verdes y escarpados macizos montañosos. En el centro de la miniatura orbicular se alza una formación rocosa, que muestra dos cuevas de la altura de un hombre. En ambas aberturas, unos mineros trabajan la roca con la piqueta. Sus atuendos con capucha –el de la izquierda de color plateado y el de la derecha de color dorado– les confieren aspecto de enanos o gnomos. En primer plano fluyen unas aguas de color violeta oscuro, sobre las que flota, como si de un barco se tratase, una delgada media luna de brillo metálico. La miniatura está rodeada por un marco arquitectónico de madera tallada con seres con forma de pez, ornamentos, figuras, medallones con retratos y putti, tanto esculpidos como animados. En la base del marco hay espacio para una escena secundaria: se representa, como confirma la inscripción de los nombres «Hasveros» y «Esthes», el episodio del Libro de Ester (AT), en el que la judía Ester se presenta ante el trono del rey Asuero, primero para ser proclamada su esposa y reina (Libro de Ester 2, 15-17), y luego, nuevamente, para evitar una conjura contra los judíos (Libro de Ester 5, 1-4). La miniatura principal, un tondo, tiene una forma inusual si la comparamos con el resto del Splendor Solis. Está tomada de un dibujo a pluma de Hans Holbein el Joven, conservado en el British Museum, en Londres, que también muestra a mineros vestidos con trajes con capucha trabajando en la mina. La miniatura ha de entenderse como una alegoría metalúrgica, una alusión al dictum que circula entre los alquimistas sobre la llamada fórmula Vitriol –V(isita) I(nteriora) T(errae) R(ectificando) I(nvenies) O(ccultum) L(apidem)– según la cual la oculta piedra filosofal hay que buscarla en el interior de la tierra.
Los dos mineros representan tanto a los adeptos en busca de la prima materia de la que puede extraerse el lapis philosophorum, la piedra filosofal, como a las polaridades de poderosos efectos de la alquimia –el sol y la luna, el azufre y el mercurio o azogue– y los productos finales de la transformación del metal: el oro y la plata. La media luna flotante representa el mercurio conocido también como «plata viva» (argentum vivum). La escena de Ester en la base del marco no parece, a primera vista, relacionada con el contenido de la miniatura principal; no obstante, Petra Schramm la interpreta como un complemento temático, al considerar la «boda química» de la pareja real Ester y Asuero como unión perfecta de las polaridades mencionadas.
Jörg Völlnagel
(Historiador del Arte e investigador asociado de los Staatliche Museen zu Berlin)
Bajo un cielo dramáticamente nublado, en el que los débiles rayos del sol se abren paso a duras penas, se extiende un extenso paisaje montañoso que alterna luminosas llanuras verdes y escarpados macizos montañosos. En el centro de la miniatura orbicular se alza una formación rocosa, que muestra dos cuevas de la altura de un hombre. En ambas aberturas, unos mineros trabajan la roca con la piqueta. Sus atuendos con capucha –el de la izquierda de color plateado y el de la derecha de color dorado– les confieren aspecto de enanos o gnomos. En primer plano fluyen unas aguas de color violeta oscuro, sobre las que flota, como si de un barco se tratase, una delgada media luna de brillo metálico. La miniatura está rodeada por un marco arquitectónico de madera tallada con seres con forma de pez, ornamentos, figuras, medallones con retratos y putti, tanto esculpidos como animados. En la base del marco hay espacio para una escena secundaria: se representa, como confirma la inscripción de los nombres «Hasveros» y «Esthes», el episodio del Libro de Ester (AT), en el que la judía Ester se presenta ante el trono del rey Asuero, primero para ser proclamada su esposa y reina (Libro de Ester 2, 15-17), y luego, nuevamente, para evitar una conjura contra los judíos (Libro de Ester 5, 1-4). La miniatura principal, un tondo, tiene una forma inusual si la comparamos con el resto del Splendor Solis. Está tomada de un dibujo a pluma de Hans Holbein el Joven, conservado en el British Museum, en Londres, que también muestra a mineros vestidos con trajes con capucha trabajando en la mina. La miniatura ha de entenderse como una alegoría metalúrgica, una alusión al dictum que circula entre los alquimistas sobre la llamada fórmula Vitriol –V(isita) I(nteriora) T(errae) R(ectificando) I(nvenies) O(ccultum) L(apidem)– según la cual la oculta piedra filosofal hay que buscarla en el interior de la tierra.
Los dos mineros representan tanto a los adeptos en busca de la prima materia de la que puede extraerse el lapis philosophorum, la piedra filosofal, como a las polaridades de poderosos efectos de la alquimia –el sol y la luna, el azufre y el mercurio o azogue– y los productos finales de la transformación del metal: el oro y la plata. La media luna flotante representa el mercurio conocido también como «plata viva» (argentum vivum). La escena de Ester en la base del marco no parece, a primera vista, relacionada con el contenido de la miniatura principal; no obstante, Petra Schramm la interpreta como un complemento temático, al considerar la «boda química» de la pareja real Ester y Asuero como unión perfecta de las polaridades mencionadas.
Jörg Völlnagel
(Historiador del Arte e investigador asociado de los Staatliche Museen zu Berlin)