Afirma Varnhagen en la primera descripción que poseemos del mapa: «La carta que aparece en esta quinta hoja nos aclara lo suficiente como para poder opinar con fundamento sobre el descubrimiento y establecimiento de los portugueses en las costas de la América septentrional». A las imágenes de Vaz Dourado recurrió la historiografía portuguesa para repetir las palabras del investigador brasileño. A finales del siglo xix, Ernesto do Canto analizaba la lista de topónimos a lo largo de los litorales representados en el mapa para confirmar una vez más la prioridad de los descubrimientos portugueses en Norteamérica.
En esta carta encontramos los actuales territorios de Canadá oriental y el nordeste de los Estados Unidos, con mayor concentración de información en torno a Terranova y al gran valle de San Lorenzo, la principal vía de penetración en el interior continental. Terranova era ya muy conocida por los portugueses por sus intereses en la pesca del bacalao. De ahí la referencia inserta en el título del mapa sobre «a costa dos bacalhaos».
Aunque no figure el meridiano de Tordesillas, se parte del principio de que corta el espacio representado: hacia el Oeste, las posesiones españolas; hacia el Este, las portuguesas. Así se explica la presencia de un blasón con las armas de Castilla y Aragón, aproximadamente en el interior del actual estado de Maine (Estados Unidos) y otro con las armas de Portugal al norte de San Lorenzo, en la «Tera do Lavrador». Finalmente, hacia el sur de San Lorenzo, figura la indicación de «Tera dos Corte reais», que recuerda la llegada de los hermanos Corte Real, en 1501. Las banderas con la cruz de la Orden Militar de Cristo las encontramos implantadas en las islas de La Madeleine, en el centro del Golfo de San Lorenzo y en el extremo sudeste de Labrador. Hacia el este, ocupando gran parte de la carta, se extiende el «Mare Oceano».
Sobre la importancia de esta imagen en la cartografía internacional, presente en la obra de Vaz Dourado, comenta Max Justo Guedes: «Los puntos más interesantes de esta amplia obra (…) están relacionados con América del Norte. En el noreste, Dourado siguió el prototipo franco-lusitano de los descubrimientos de Jacques Cartier que había sido presentado por primera vez por el anónimo autor del atlas llamado Vallard, pero utilizó el diseño de Diogo Ribeiro –y posteriores modificaciones– para el contorno atlántico».
João Carlos Garcia
Faculdade de Letras, Universidade do Porto
(Fragmento del volumen de estudio Atlas universal de Fernão Vaz Dourado)