El segundo mapa americano, dedicado a la costa este de América del Norte, es uno de los más interesantes del Atlas Vallard. De nuevo encontramos la orientación al Sur y las escalas de latitudes y distancias a izquierda y derecha. Casi en el centro del mapa surca las aguas del Atlántico un hermoso navío, parcialmente rodeado por rosas de los vientos que emiten rumbos.
Pero lo que confiere especial importancia a este mapa es que refleja la información geográfica traída del Nuevo Mundo por las expediciones de Jacques Cartier en 1534, 1535-1536 y 1541-1542. Detalla el golfo y río de San Lorenzo y parte de los territorios adyacentes, descubiertos, explorados y bautizados con el nombre de Canadá por Cartier en su búsqueda del huidizo paso del Noroeste. El minucioso trazado del perfil costero, con sus numerosas bahías, pone de relieve el potencial del Canadá para la pesca y el comercio. Cartier también informó detalladamente sobre las muchas tribus de indios que había encontrado. En los bosques de tierra firme aparecen, retratados con una delicadeza casi tardomedieval, el propio Cartier, sus bien armados colonos-exploradores y el fuerte de invierno de Sainte-Croix. Los indios, claramente eclipsados por los europeos, observan a estos, cazan venados y guerrean entre sí. Además de los venados hay otros animales: perros, osos y zarigüeyas o zorros. Este mapa es un testimonio estético de la creciente presencia francesa en el Atlántico norte durante el siglo XVI.
Dennis Reinhartz
Profesor Emérito de la Universidad de Texas en Arlington
(Fragmento del volumen de estudios Atlas Vallard)