El Beato de Girona es el único que incluye la representación de Coreus, un monstruo con partes de distintos animales, que aparece entre cuatro árboles sumamente esquemáticos y decorativos. Tiene cuerpo de león, alas de águila y cola de pavo real. Junto a esta bestia, un águila con las alas desplegadas que ha atrapado una gacela entre sus garras.
El arte persa es el que proporciona la fuente iconográfica de estos dos animales, retomada a su vez del arte islámico. Se trata de un tema de la mitología iraní, que obedecía a la lucha mítica entre ambos animales. En el beato ha perdido su significado primigenio, tratando el tema como una especie de escena de caza fantástica, donde el sentido de lo maravilloso oriental permanece.
La primera bestia es una antigua criatura oriental, conocida como simurg o senmurv, que aparece en imágenes islámicas y bizantinas. A su vez, el águila atrapando la gacela aparece en relieves andalusíes junto con grifos. La unión de Coreus con el águila es habitual en la decoración de manuscritos del siglo IX procedentes del sur de Italia. Los animales cazadores de este tipo son muy numerosos en obras islámicas de mármol y de marfil. Sin embargo, esta miniatura demuestra que la mayoría de los préstamos islámicos se encuentran fuera del ciclo apocalíptico, ocupando zonas marginales. Aún así, este beato presenta el repertorio más rico de temas adaptados de la tradición islámica.
Carlos Miranda García-Tejedor
Doctor en Historia
(Fragmento del libro de estudio Beato de Girona)
El Beato de Girona es el único que incluye la representación de Coreus, un monstruo con partes de distintos animales, que aparece entre cuatro árboles sumamente esquemáticos y decorativos. Tiene cuerpo de león, alas de águila y cola de pavo real. Junto a esta bestia, un águila con las alas desplegadas que ha atrapado una gacela entre sus garras.
El arte persa es el que proporciona la fuente iconográfica de estos dos animales, retomada a su vez del arte islámico. Se trata de un tema de la mitología iraní, que obedecía a la lucha mítica entre ambos animales. En el beato ha perdido su significado primigenio, tratando el tema como una especie de escena de caza fantástica, donde el sentido de lo maravilloso oriental permanece.
La primera bestia es una antigua criatura oriental, conocida como simurg o senmurv, que aparece en imágenes islámicas y bizantinas. A su vez, el águila atrapando la gacela aparece en relieves andalusíes junto con grifos. La unión de Coreus con el águila es habitual en la decoración de manuscritos del siglo IX procedentes del sur de Italia. Los animales cazadores de este tipo son muy numerosos en obras islámicas de mármol y de marfil. Sin embargo, esta miniatura demuestra que la mayoría de los préstamos islámicos se encuentran fuera del ciclo apocalíptico, ocupando zonas marginales. Aún así, este beato presenta el repertorio más rico de temas adaptados de la tradición islámica.
Carlos Miranda García-Tejedor
Doctor en Historia
(Fragmento del libro de estudio Beato de Girona)