Fuera de la ciudad, el ángel que salió del templo del Cielo aparece cortando los racimos de uvas con su hoz y dándole uno a un diablo sentado en el lagar de la ira de Dios. Del lagar mana sangre que fluye hasta más allá de la ciudad; de esta salen dos caballos, con riendas rojas que cuelgan sobre el torrente de sangre. La iconografía es casi idéntica a la del Apocalipsis de Lambeth, especialmente en el detalle del diablo sentado sobre el lagar, que el texto bíblico no menciona; pero también en las formas arquitectónicas que se ven sobre los caballos a la derecha, y que son casi las mismas. Es probable que el diablo se muestre como instrumento de la ira de Dios, análogamente a las acciones de los diablos en el Infierno. La escena se despliega sobre un fondo diapreado en morado oscuro.
"Y metió el ángel su hoz aguda en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y echó la vendimia en el gran lagar de la ira de Dios. Y fue hollado el lagar fuera de la ciudad, y salió sangre del lagar hasta los frenos de los caballos por mil y seiscientos estadios". (Ap 14, 19-20)