La miniatura está llena de escenas diversas. En la parte superior, san Juan recibe la vara de medir de manos de Cristo, que vomita fuego sobre el Anticristo, vestido de azul, con barba y cabellos blancos. En la parte superior derecha, san Juan expulsa violentamente a un hombre del templo. El iluminador pinta la imagen siguiendo el texto equivocado que ha copiado el amanuense: “quien está fuera del templo debe ser expulsado”, que es exactamente lo que hace san Juan en la imagen, lanza por encima del muro a un infiel o a un judío.
En la parte inferior derecha, los dos testigos son asesinados, uno de ellos decapitado. El iluminador ha pintado incluso la sangre que brota de su cuello. Los testigos suben al cielo, ayudados por dos ángeles con plumas azules.