El salmo trata sobre la oración a Dios y los beneficios que reciben aquellos que se encomiendan a Él. Abajo a la izquierda, el salmista, el rey David, sostiene dos rollos de pergamino mientras se alza desde una caja con apariencia de ataúd, de forma que parece hacer referencia al dormir en paz (v. 9,
in pace in idipsum dormiam et requiescam // En paz, yo dormiré y descansaré). Por encima de él observamos dos grupos de edificios y un árbol. David está mirando hacia arriba mientras uno de sus rollos se desenrosca hacia el busto de Dios que, situado entre el Sol y la Luna, lo bendice mediante los rayos que surgen de su mano (v. 2,
Cum invocarem exaudivit me Deus iusticie mee ... miserere mei et exaudi orationem meam // Cuando lo invoqué, Él me atendió, oh Dios de mi justicia ... Apiádate de mí y escucha mi oración). Un grupo de hombres armados con lanzas y escudos miran hacia el rey David que despliega su otro pergamino hacia ellos (v. 3,
(F)ilii hominum usquequo gravi corde? Ut quid diligitis vanitatem et queritis mendacium?// Hijos de los hombres, ¿hasta cuando permanecerá vuestro corazón desabrido?, ¿por qué amáis la vanidad y buscáis la mentira?). Un hombre a su lado, que sostiene un bastón, permanece detrás de las jarras de vino y aceite y de un canasto de grano (v. 8,
fructu frumenti: vini et olei sui multiplicati sunt // por el fruto del trigo, del vino y del aceite ellos se multiplican) al tiempo que gesticula a otro hombre que posee caballos, ovejas y cabras. Arriba a la derecha, un grupo de hombres ante un altar, algunos de los cuales portan lanzas, ofrecen para el sacrificio un cordero y una copa al sacerdote del edificio, que probablemente representa un templo, en cuyo interior se encuentran tres hombres (v. 6,
Sacrificate sacrificium iusticie et sperate in Domino // Ofreced sacrificios de justicia y encomendaos al Señor).