Dentro de la serie bíblica, que se inició con el Apocalipsis, ve ahora la luz el extraño Libro de Daniel, cuyo material es variado: sueños que deben interpretarse, visiones y profecías, pero también historias humanas lineales, como la de Susana y los dos viejos.
En los beatos, el ciclo pictórico de Daniel es siempre reducido. Tomando como base la decena inicial, ofrece este libro más de setenta dibujos, desde las fantásticas y oníricas escenas de la corte hasta el astuto interrogatorio que dirige un joven Daniel.
Al igual que en el Beato de Liébana, Códice Alcaíns, y en el Cantar de Cantares, en este nuevo volumen quiere el autor resucitar la antigua magia de los libros iluminados, intentando que su lenguaje se acomode al tercer milenio, se acepte y permanezca.