Una miniatura de catorce renglones a una columna, con los soldados durmiendo alrededor del sepulcro de Cristo. Es un tema insólito, pues lo normal es que los soldados dormidos aparezcan en combinación con la figura de Cristo que emerge de la tumba, y no como una escena aparte anterior a la Resurrección. Aquí se ve a dos dormidos a la izquierda (uno vestido de rojo que da la espalda). De los otros dos, uno está de pie a la derecha y el otro está sentado sobre la tapa del sepulcro. La imagen transmite perfectamente la atmósfera del Sábado Santo, cuando la Resurrección aún no ha llegado y Cristo todavía duerme en paz. Es la idea que refleja la antífona de los salmos para el primer nocturno del Sábado Santo, que se lee en el texto de abajo: In pace in idipsum dormiam et requiescam (Sal 4, 9: «En paz, no bien me acuesto, estoy dormido»). Hay una orla completa de la tercera categoría, con roleos de acanto y flores en oro, gris oscuro y azul.
Una miniatura de catorce renglones a una columna, con los soldados durmiendo alrededor del sepulcro de Cristo. Es un tema insólito, pues lo normal es que los soldados dormidos aparezcan en combinación con la figura de Cristo que emerge de la tumba, y no como una escena aparte anterior a la Resurrección. Aquí se ve a dos dormidos a la izquierda (uno vestido de rojo que da la espalda). De los otros dos, uno está de pie a la derecha y el otro está sentado sobre la tapa del sepulcro. La imagen transmite perfectamente la atmósfera del Sábado Santo, cuando la Resurrección aún no ha llegado y Cristo todavía duerme en paz. Es la idea que refleja la antífona de los salmos para el primer nocturno del Sábado Santo, que se lee en el texto de abajo: In pace in idipsum dormiam et requiescam (Sal 4, 9: «En paz, no bien me acuesto, estoy dormido»). Hay una orla completa de la tercera categoría, con roleos de acanto y flores en oro, gris oscuro y azul.