El trabajo agrario es el protagonista de las escenas del mes de marzo en este manuscrito: en el f. 20v, destaca un campesino con cara de cabreo que detiene su trabajo para saludar a la señora —más por obligación que por devoción—, que le dirige un gesto exhortativo. En el f. 21r, otro campesino labra la tierra con un arado muy avanzado para la época, tirado por un par de caballos. Es un testimonio de las técnicas agrícolas del momento.