Espadilla (Gladiolus italicus), ff. 71v-72r
«La espadilla, que los latinos llaman gladiolo, se llama así porque sus hojas tienen forma de espada; se parecería al lirio de no ser porque las hojas son más cortas y estrechas, apuntadas como un cuchillo y muy nervadas. Produce un tallo de un codo de alto, coronado por unas flores violáceas, separadas las unas de las otras y dispuestas en orden regular. Su semilla es redonda y genera dos raíces, una encima de la otra, como pequeños bulbos; de estas, la inferior es más pequeña y la de arriba, más grande. Crece por lo común en los campos de labranza. La raíz superior, aplicada como emplasto con incienso y vino, expulsa del cuerpo las astillas de madera, las espinas y las flechas; mezclada con harina de cizaña y aguamiel, cura las verrugas, por eso se mezcla en emplastos de ese tipo; su aplicación provoca la menstruación. Se dice que la raíz superior, bebida con vino, tiene efectos afrodisíacos, y que la otra provoca esterilidad. Se dice asimismo que la de arriba, si se bebe con agua, sana las hernias intestinales de los niños» (f. 71v).
Vive en campos y cultivos en casi toda España e Italia, Francia y sur de Europa, sudoeste de Asia y región mediterránea. Como ya hace referencia el autor, su nombre genérico proviene del diminutivo de gladio, la espada ligera propia de los legionarios. Esta especie silvestre es, probablemente, el antecesor de las múltiples variedades de cultivo utilizadas como ornamentales. En medicina popular en Andalucía se ha usado como dentífrico, para abrir el apetito y curar afecciones de estómago, pero aparte de estos no se conocen otros usos medicinales actualmente. Esta especie se puede encontrar vegetando desde el nivel del mar, como se puede observar en el paisaje representado, hasta los 1300 metros de altitud.
Ramón Morales
Real Jardín Botánico de Madrid
(Fragmento del libro de estudio del Dioscórides de Cibo y Mattioli)