Cólquico (Colchicum autumnale), ff. 20v-21r
"El cólquico, que algunos llaman efémero y otros bulbo silvestre, produce a finales de otoño una flor blanquecina similar a la del azafrán, y más tarde unas hojas semejantes a las del bulbo comestible, aunque más carnosas. El tallo es de la altura de un palmo y en él nace una semilla roja; la raíz tiene una corteza de color rojo tendente al negro, pero una vez pelada es blanca, tierna, dulce y está llena de savia. Dicha raíz bulbosa presenta en medio una hendidura de la cual nace la flor. Es una planta que crece en abundancia en Mesenia y en la Cólquide. La raíz, si se ingiere, mata por ahogo, como los hongos. Por este motivo hemos querido describirla, para poner sobre aviso a quienes, inadvertidamente, pudieran ingerirla confundiéndola con el bulbo comestible, pues su agradable sabor incita a los ignorantes a comérsela. Sirven como antídoto los mismos remedios que se emplean para los hongos, además de la leche de vaca, de suerte que, disponiendo de esta, no se precisa de ningún otro remedio."
Vive en prados en el noreste de España, norte de Italia, Francia, Gran Bretaña y centro y sur de Europa. Primero representado en fruto (f. 21r) y después en flor (f. 22r), es una liliácea que contiene en su bulbo colchicina, alcaloide eficaz contra la gota –enfermedad común en tiempos antiguos, cuando se abusaba de comer carne, sobre todo de caza, que aparece al producirse ácido úrico en exceso que no se metaboliza adecuadamente–. Combate también la artritis reumatoide y el herpes zoster; además tiene acción antiinflamatoria. Puede causar diarreas como efecto secundario. Administrada a ciertas dosis puede causar la muerte. No se deben sobrepasar los 3 mg diarios. La colchicina se usa en laboratorio como antimitótico, para detener la división celular; si se aplica a su debido momento, se pueden observar y estudiar los cromosomas, su forma y su número.
Ramón Morales
Real Jardín Botánico de Madrid
(Fragmento del libro de estudio del Dioscórides de Cibo y Mattioli)
