[Las estrellas] entre sí producen bellas armonías,
que son el origen de las melodías
y de todo tipo de tonalidades
que, bien acordadas, emplear solemos
en todas las clases que existen de canto:
no hay música alguna que de ellas no venga.
Los cuerpos celestes, por sus influencias,
cambian las sustancias y los accidentes
de todas las cosas que hay bajo la luna:
la diversidad de estos tales cuerpos
hace obscurecerse a lo que es brillante
y a lo que es espeso hacerse más claro,
al calor en frío, lo seco en mojado.
Roman de la Rose, versos 16949-16961
(Ed. y trad. de Juan Victorio)
[Las estrellas] entre sí producen bellas armonías,
que son el origen de las melodías
y de todo tipo de tonalidades
que, bien acordadas, emplear solemos
en todas las clases que existen de canto:
no hay música alguna que de ellas no venga.
Los cuerpos celestes, por sus influencias,
cambian las sustancias y los accidentes
de todas las cosas que hay bajo la luna:
la diversidad de estos tales cuerpos
hace obscurecerse a lo que es brillante
y a lo que es espeso hacerse más claro,
al calor en frío, lo seco en mojado.
Roman de la Rose, versos 16949-16961
(Ed. y trad. de Juan Victorio)