En una escena celestial, Dios Padre está rodeado de ángeles y sostiene un gran espejo ovalado que refleja su rostro. Junto a él, Fortuna y NATURALEZA sostienen otro espejo que muestra un paisaje con caballos, un ciervo y un unicornio.
La Naturaleza expresa su preocupación acerca del conocimiento previo de Dios y la libertad humana. Compara la omnisciencia de Dios con el reflejo en un espejo, donde Dios ve todas las acciones, pasadas y futuras. Sin embargo, el ilustrador añade otro espejo en la imagen, que muestra el mundo en su totalidad.
A pesar de la interpretación poética del texto original, el significado de los animales representados en el segundo espejo sigue siendo un misterio sin explicación en el contexto del Roman de la Rose.
En una escena celestial, Dios Padre está rodeado de ángeles y sostiene un gran espejo ovalado que refleja su rostro. Junto a él, Fortuna y NATURALEZA sostienen otro espejo que muestra un paisaje con caballos, un ciervo y un unicornio.
La Naturaleza expresa su preocupación acerca del conocimiento previo de Dios y la libertad humana. Compara la omnisciencia de Dios con el reflejo en un espejo, donde Dios ve todas las acciones, pasadas y futuras. Sin embargo, el ilustrador añade otro espejo en la imagen, que muestra el mundo en su totalidad.
A pesar de la interpretación poética del texto original, el significado de los animales representados en el segundo espejo sigue siendo un misterio sin explicación en el contexto del Roman de la Rose.