Este salmo hace referencia a la protección divina. Desde entre las nubes, la mano de Dios bendice al salmista al que Jesucristo, saliendo de una iglesia, agarra por una mano mientras le entrega una antorcha (v. 1, Dominus illuminatio mea ei salus mea // El Señor es mi luz y mi salvación; v. 5, Protexit me in abscondito tabernaculi sui // Me ha protegido en la parte oculta de su morada). Entre ambos hay un altar y un cordero expiatorio (v. 6, Circuivi et immolavi in tabernaculo eius hostiam vociferationis // He paseado y ofrecido en su morada sacrificios de júbilo). Detrás del salmista un niño desnudo deja a su padre y a su madre que están de pie a la entrada de un edificio (v. 10, Quoniam pater meus et mater mea dereliquerunt me, Dominus autem assumpsit me // Si mi padre y mi madre me abandonasen, el Señor me recogería). Entre dos tiendas podemos observar una elaborada escena de batalla con jinetes con cota de mallas y cascos luchando a lanza y espada (vv. 2-3, Qui tribulant me inimici mei ipsi infirmati sunt et ceciderunt. Si consistant adversus me castra, non timebit cor meum, (S)i exurgat adversus me prelium in hoc ego sperabo // Mis enemigos que me hostigan han sido debilitados y han caído. Aunque los ejércitos acampen en contra mía, mi corazón no los temerá. Si una batalla se desata contra mí, en ella me mantendré confiado).