Sagitario, el Arquero, es una especie de centauro, medio hombre medio felino, vuelto hacia atrás para disparar una flecha hacia su propia cola, que acaba en una fiera cabeza de dragón. Esa compleja iconografía, que sin embargo es la más común para Sagitario, brota del dato astronómico de que el apogeo de la constelación está en uno de los nodos lunares, la Cola del Dragón (dhanab al-tinnin), aquí transformado en un animal amenazante que el arquero tiene que eliminar. El cuerpo del felino tiene manchas, tal vez para representar a un leopardo, y la parte humana de la figura debería ser masculina, aunque sus largos cabellos están atados en un moño como los de Venus, el planeta femenino. El arco reflejo es del tipo más difundido en Oriente Medio. Júpiter, sentado y flotando en el cielo, parece observar la dramática escena que se desenvuelve ante sus ojos. Luce barba y un gran turbante, y viste un caftán abierto con mangas excesivamente largas.
Los tres decanatos están regidos por Mercurio, que escribe en un rollo; la Luna, y finalmente Saturno, con otro sombrero de fantasía, que parece salir corriendo del marco.
Stefano Carboni
The Metropolitan Museum of Art
Conservador adjunto del Dpto. de Arte islámico
(Fragmento del volumen de estudio del Libro de la Felicidad)