Esta doble página contiene un total de cincuenta y seis viñetas; cada viñeta se acompaña de un título escrito en vertical dentro de la pequeña cartela a la derecha de la imagen. Para leer la página correctamente hay que empezar por el ángulo superior derecho, donde se encuentra Saturno, el planeta más alejado de la Tierra según los astrónomos árabes, y continuar en sentido horizontal por la doble página, que muestra las siete profesiones asociadas a este astro. La segunda fila, siempre leyendo de derecha a izquierda, está dedicada al planeta Júpiter y sus siete profesiones. La tercera corresponde a Marte, y le siguen las del Sol, Venus, Mercurio y finalmente la Luna, en correcto orden descendente. La iconografía de los siete planetas es la que ya conocemos por la sección dedicada a los doce signos del zodiaco en el Libro de las natividades de Abu Ma‘shar (ff. 8v-30v): Saturno como un hombre de tez oscura con un pico; Júpiter dignamente sentado con las piernas cruzadas y apoyado en un almohadón; Marte con un hacha y casco de guerra; Venus como una danzarina con pañuelos en las manos, y Mercurio como un amanuense arrodillado en el suelo. El Sol y la Luna no aparecen personificados en estas viñetas, sino ilustrados de forma naturalista por un disco solar que se eleva sobre un paisaje montuoso, y un paisaje sencillo sin indicación del astro lunar, respectivamente. La mayoría de las miniaturas, incluidas las de los planetas, muestran un interior cuyo fondo es una pared de ladrillo con una ventana de barrotes. Hay escenas al aire libre allí donde lo requiere la profesión que se ilustra, con un cielo dorado como telón de fondo. A pesar de su pequeño tamaño, cada una de las viñetas está dibujada con esmero, aspirando a retratar con minuciosa exactitud al practicante de la profesión indicada en el título.
Saturno es el planeta asociado a ocupaciones insalubres, peligrosas, arduas y en general humildes y desagradables, como las de cantero o curtidor. Júpiter, en cambio, es el planeta sabio que preside las profesiones relacionadas con la ley y la religión (el juez, el predicador, el monje) o con el lucro (mercader, inspector de mercados), aunque su asociación con los fabricantes de botas y velas no está clara. Marte, el planeta guerrero, está siempre entregado a alguna actividad sangrienta o heroica (verdugo, domador de leones), o a oficios relacionados con el fuego (cocinero, vidriero, portador de antorchas). El Sol, lógicamente soberano, se asocia con la autoridad (el sultán, el bey) y todo lo que reluce, desde el oro a la plata, desde el dinero a los escudos resplandecientes y los hilos de seda. Venus, planeta femenino, es siempre una música o danzarina. Es interesante que el artista represente solo al planeta y la danzarina como mujeres; todos los músicos son hombres. Mercurio rige varias profesiones “limpias”, empezando por las importantes actividades del amanuense y el miniaturista, siguiendo por las del sastre, el tejedor y el boticario, y terminando por una interesante asociación con el mensajero, quizá en alusión indirecta al origen griego de Mercurio/Apolo como mensajero de los dioses. Por último, la Luna cuya imagen está extrañamente ausente del paisaje, tal vez porque se quiso representar la luna nueva se asocia sobre todo con actividades a cielo abierto (blanqueador de lino, pastor), viajes (camellero), el agua (pescador, marinero) y la agricultura (sembrador), siendo la de cardador de algodón la única profesión lunar de interior, pero probablemente también en relación con la agricultura.
Stefano Carboni
The Metropolitan Museum of Art
Conservador adjunto del Dpto. de Arte islámico
(Fragmento del volumen de estudio del Libro de la Felicidad)
