Libro de la caza, Gaston Fébus

Donde se dice cómo se debe vocear y tocar el cuerno - f. 54r


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Después de la enseñanza de los cuidados del perro, cuyos nombres debe conocer todo buen montero, llegamos a una lección de comunicación. Los monteros no vocean ni tocan la trompa para hacer ruido. El cuerno, o bien un grito, les permitirá comunicarse entre ellos a larga distancia y sin verse, gracias a un mensaje muy simple que se asemeja al morse.  Para avisar de la presencia de un gran ciervo: dos notas o gritos largos. Para comunicar el ataque: tres notas o gritos largos. Para avisar del desarrollo sin incidentes de la persecución, se debe emitir un largo sonido y después una serie de sonidos cortos. Fébus se limita a indicar 8 maneras de tocar el cuerno o vocear, una más que Henri de Ferrières, aunque 7 menos que su coetáneo, Hardouin de Fontaine-Guérin. Como bien es sabido, el cuerno será substituido, a principios del siglo XVIII en Francia, por la trompa, y las simples notas cortas o largas pasarán a ser arias de fanfarria. El rey Luís XV de Francia habría compuesto la aria del ciervo, conocida como fanfarria del rey.
 
Sentado en un trono faldistorio, suntuosamente vestido, sin nada que adorne su cabeza y el bastón en su mano izquierda, el maestro enseña a sus aprendices (aquí ya adultos (al menos el primero de ellos, dotado de un rostro caricaturesco). La escena tiene lugar al aire libre, a la sombra de dos árboles bien frondosos, en una naturaleza bien florida. Destaca más concretamente el carácter de retrato del gran señor que imparte la lección con su gran perro blanco, un sabueso quizás, acostado a sus pies.  

Yves Christe,
Université de Genève

Donde se dice cómo se debe vocear y tocar el cuerno - f. 54r

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Después de la enseñanza de los cuidados del perro, cuyos nombres debe conocer todo buen montero, llegamos a una lección de comunicación. Los monteros no vocean ni tocan la trompa para hacer ruido. El cuerno, o bien un grito, les permitirá comunicarse entre ellos a larga distancia y sin verse, gracias a un mensaje muy simple que se asemeja al morse.  Para avisar de la presencia de un gran ciervo: dos notas o gritos largos. Para comunicar el ataque: tres notas o gritos largos. Para avisar del desarrollo sin incidentes de la persecución, se debe emitir un largo sonido y después una serie de sonidos cortos. Fébus se limita a indicar 8 maneras de tocar el cuerno o vocear, una más que Henri de Ferrières, aunque 7 menos que su coetáneo, Hardouin de Fontaine-Guérin. Como bien es sabido, el cuerno será substituido, a principios del siglo XVIII en Francia, por la trompa, y las simples notas cortas o largas pasarán a ser arias de fanfarria. El rey Luís XV de Francia habría compuesto la aria del ciervo, conocida como fanfarria del rey.
 
Sentado en un trono faldistorio, suntuosamente vestido, sin nada que adorne su cabeza y el bastón en su mano izquierda, el maestro enseña a sus aprendices (aquí ya adultos (al menos el primero de ellos, dotado de un rostro caricaturesco). La escena tiene lugar al aire libre, a la sombra de dos árboles bien frondosos, en una naturaleza bien florida. Destaca más concretamente el carácter de retrato del gran señor que imparte la lección con su gran perro blanco, un sabueso quizás, acostado a sus pies.  

Yves Christe,
Université de Genève

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