Libro de las maravillas del mundo,
Marco Polo - Odorico de Pordenone

Escena de canibalismo en Sumatra, f. 107r


Volver

Partí de esta isla y me dirigí hacia el sur hasta que llegué a una isla de gran tamaño llamada Dondin que es la más inmunda que pueda existir. En ella viven hombres detestables porque comen carnes crudas y toda otra clase de inmundicias inimaginables. Tienen una costumbre bárbara: el padre come al hijo, la mujer al marido y el marido a la mujer. Esto sucede de esta manera: cuando un padre cae enfermo, el hijo consulta a un astrólogo, que en realidad es un sacerdote, y le pregunta: «Señor, consulte a nuestro dios si mi padre podrá curarse de esta enfermedad o si debe morir». 

Entonces, el sacerdote y el hijo del enfermo se presentan ante un ídolo de oro y plata, oran y dicen: «Señor, tú eres nuestro dios, te honramos y te pedimos que nos respondas: este hombre está gravemente enfermo, ¿se curará o morirá?». El demonio, a través del ídolo, responde: «Tu padre no morirá, sino que sanará. Debes seguir estas instrucciones para curarlo». 

El hijo entonces cuida a su padre con dedicación hasta que se recupera por completo.

Sin embargo, si el demonio dice que debe morir, el sacerdote acude al enfermo y lo asfixia cubriéndole la boca con un paño hasta que fallece. Tras su muerte, el cuerpo es descuartizado, y los amigos, familiares y todos los histriones de la región son invitados a un banquete donde lo consumen con gran alegría, acompañados de cantos y música. Aun así, los huesos son separados y enterrados con solemnidad. Si algún pariente no es invitado a esta macabra fiesta, lo consideran una gran ofensa.


f.107r

Volver

Escena de canibalismo en Sumatra, f. 107r

Partí de esta isla y me dirigí hacia el sur hasta que llegué a una isla de gran tamaño llamada Dondin que es la más inmunda que pueda existir. En ella viven hombres detestables porque comen carnes crudas y toda otra clase de inmundicias inimaginables. Tienen una costumbre bárbara: el padre come al hijo, la mujer al marido y el marido a la mujer. Esto sucede de esta manera: cuando un padre cae enfermo, el hijo consulta a un astrólogo, que en realidad es un sacerdote, y le pregunta: «Señor, consulte a nuestro dios si mi padre podrá curarse de esta enfermedad o si debe morir». 

Entonces, el sacerdote y el hijo del enfermo se presentan ante un ídolo de oro y plata, oran y dicen: «Señor, tú eres nuestro dios, te honramos y te pedimos que nos respondas: este hombre está gravemente enfermo, ¿se curará o morirá?». El demonio, a través del ídolo, responde: «Tu padre no morirá, sino que sanará. Debes seguir estas instrucciones para curarlo». 

El hijo entonces cuida a su padre con dedicación hasta que se recupera por completo.

Sin embargo, si el demonio dice que debe morir, el sacerdote acude al enfermo y lo asfixia cubriéndole la boca con un paño hasta que fallece. Tras su muerte, el cuerpo es descuartizado, y los amigos, familiares y todos los histriones de la región son invitados a un banquete donde lo consumen con gran alegría, acompañados de cantos y música. Aun así, los huesos son separados y enterrados con solemnidad. Si algún pariente no es invitado a esta macabra fiesta, lo consideran una gran ofensa.


Preferencias sobre cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Para más obtener más información puedes leer nuestra política sobre cookies. Puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón Aceptar o configurarlas o rechazar su uso haciendo click AQUÍ.