Cuando el Señor viaja hacia el mar Océano, disfruta del impresionante espectáculo de la caza de animales y aves, un placer incomparable. El Gran Khan viaja sobre cuatro elefantes, que llevan un pabellón de madera cubierto con pieles de león y tapizado por dentro con telas adornadas con hilo de oro. El Gran Khan lleva a doce de sus mejores gerifaltes, y lo acompañan algunos señores. A veces, los caballeros que lo acompañan le avisan: «¡Señor, las grullas!», y él manda entreabrir el pabellón, y suelta a uno de sus gerifaltes para que persiga las grullas, pocas de las cuales logran escapar. Sin moverse del lecho, y en compañía de sus señores, el Gran Khan encuentra gran regocijo en la caza. En mi opinión, no existe señor en el mundo que pueda disfrutar tanto ni que disponga de tantos medios para hacerlo, y nunca lo hubo ni lo habrá.
Cuando el Señor viaja hacia el mar Océano, disfruta del impresionante espectáculo de la caza de animales y aves, un placer incomparable. El Gran Khan viaja sobre cuatro elefantes, que llevan un pabellón de madera cubierto con pieles de león y tapizado por dentro con telas adornadas con hilo de oro. El Gran Khan lleva a doce de sus mejores gerifaltes, y lo acompañan algunos señores. A veces, los caballeros que lo acompañan le avisan: «¡Señor, las grullas!», y él manda entreabrir el pabellón, y suelta a uno de sus gerifaltes para que persiga las grullas, pocas de las cuales logran escapar. Sin moverse del lecho, y en compañía de sus señores, el Gran Khan encuentra gran regocijo en la caza. En mi opinión, no existe señor en el mundo que pueda disfrutar tanto ni que disponga de tantos medios para hacerlo, y nunca lo hubo ni lo habrá.